UNA
PARTE DE MI VIDA
La historia de mi vida
comienza hace 22 años. Nacida en Tudela, una pequeña ciudad del sur de la
comunidad de Navarra, comienzo a contar mi historia a partir del año de los
Juegos Olímpicos de Barcelona, la Expo de Sevilla o la inauguración de la Cumbre
Iberoamericana en Rio de Janeiro.
Hija de padres
españoles, me he criado durante toda mi vida en Navarra. Mi madre maestra de
profesión y mi padre informático, me han educado lo mejor posible dándome todo
lo que necesitaba desde pequeña. No tengo hermanos (aunque me hubiera gustado
tenerlos). Me consideran amable, algo tímida y muy buena gente. He estudiado en
tres colegios distintos de la comunidad foral. La etapa infantil la realicé en
un colegio católico de un pequeño pueblo llamado Ribaforada. En aquella época
mi madre trabajaba allí y prefirió tenerme a su cargo con los demás niños del
colegio. Tres años después comencé mi etapa primaria en el colegio Anunciata de
Tudela. Todo era distinto, nuevos compañeros y nuevo colegio. Me hacia mayor y
poco tardé en hacerme amigos. En eso nunca he tenido problema, aunque he ido
cambiando de grupo de amigos conforme me iba haciendo mayor.
Pasaron los años, y yo me iba formando en ese mismo colegio hasta los 16. Una de mis grandes virtudes ha sido compaginar los estudios con otras actividades como el ballet o el conservatorio. Actualmente puedo ejercer de profesora de piano, fruto del esfuerzo y sacrificio de tantos años.


Pasaron los años, y yo me iba formando en ese mismo colegio hasta los 16. Una de mis grandes virtudes ha sido compaginar los estudios con otras actividades como el ballet o el conservatorio. Actualmente puedo ejercer de profesora de piano, fruto del esfuerzo y sacrificio de tantos años.

Recuerdo anécdotas, grandes viajes junto a mis compañeros del colegio a esquiar, intercambios en Francia o Londres. Pienso que gracias a estas experiencias me encanta viajar y descubrir mundo. Nunca voy a olvidar esos viajes y lo mucho que nos reímos. También pase malos ratos (que ahora resultan ser anécdotas), como cuando me encontré sola en una casa francesa a cargo de una chica de apenas 14 años de edad. En eso consisten los intercambios, ¿no? A partir de entonces he seguido viajando, sobretodo por Inglaterra. Ahí pasé mi experiencia más enriquecedora.

De un plumazo pasaron 16 años de mi vida, ¿y ahora qué? En plena adolescencia cambié de colegio para optar por la vía universitaria y realizar Bachiller. Este tema nunca lo he dudado, siempre he querido ir a la Universidad y mis estudios tampoco me han impedido que llegara hasta ello. Recuerdo grandes momentos en esa época, hice muy buenas amigas que aún conservo. En ese momento solo queríamos aprobar Selectividad (resultaba un duro trabajo) pero tenía un problema muy grande, ¿qué carrera sería la mía? La verdad es que no he tenido nunca claro qué deseaba estudiar. Realicé Bachiller de ciencias mixtas y parecía que la opción más común era la de realizar una carrera de economía o algo por un estilo, pero no me convencía. No me veía en un futuro trabajando en una empresa, un banco, o realizando cuentas constantemente.
Cuando vi que se iba
acercando el momento, me entraron los nervios y empecé a buscar por todas las
universidades de España carreras que me pudieran interesar. Considero que es la
mayor decisión que he tomado hasta el momento en la vida. Envidiaba a la gente
que desde muy pequeña sabía qué iba a ser de mayor. Entonces apareció la
Universidad de Navarra y sus nuevos dobles grados. Por una parte pensé que me
encantaba la pedagogía (en cierto modo la rama de la psicología me llamaba
mucho la atención desde siempre) y por otra me pareció demasiado estas 6 años
estudiando, ¿no tenía ya bastante con una carrera simple? Tras varias
decisiones y por lo que me une a mi madre que como ya he dicho su profesión es
la docencia decidí optar por esa opción.
Cinco años después aquí
sigo en la Universidad. He conseguido llegar invicta y me siento muy satisfecha con mi
rendimiento. Quizás sea porque me gusta lo que hago. Siempre se oye decir que
los mejores años son estos, y yo lo corroboro. No me he divertido más como en
la Universidad. Además he hecho amistades que sé que las guardaré para toda la
vida. Estudiar una misma carrera une mucho, compartimos lo que nos gusta y
pasamos muchas horas al día.
En estos años he vivido
muchas experiencias, entre ellas la de mis prácticas en el colegio y mi
estancia en Cambridge para aprender inglés. Ambas inolvidables y recomendables.
Con la primera pude ver lo que realmente me gusta. Es satisfactorio ver que con
tu trabajo puedes ayudar a personas que lo necesitan (en este caso niños) y que
tienes mucho que hacer.

Aquí termina el resumen
de mis 22 años vividos. Esperando que sean muchos más, nuevas etapas y nuevos
retos por superar. ¿La única incertidumbre? Qué pasará en el futuro. ¿Dónde trabajaré?,
¿qué será de mí, de mi familia, de mis amigos? Eso es algo que está por ver.
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